viernes, 12 de noviembre de 2010

¡La pregunta del millón!

Llega un día en la vida de toda muj... de todo hom... de toda persona en la que alguien, normalmente conocido, te hace la gran pregunta, no sin antes echar una pullita, que esto es la jungla, señores. Se acerca a ti y con esa vocecilla de: "Hola soy del CSI", te dice:

- A ver si me puedes contestar una cosa, yo que creo que eres una persona inteligente (Buen matiz, buen matiz... esto es una forma muy sútil de decir: Ojo con lo que dices, que te estoy escuchando... y eres rubia !!). ¿Por qué periodismo?
Y esta es la pregunta para la que te has preparado toda la vida, has consultado libros, hemerotecas, estudios, has hecho entrevistas, reportajes, análisis... Es la pregunta por la que te levantas todos los días y piensas: siii, siiii!!! Voy a demostrar por qué periodismo.... pero no hace falta decir mucho, es sencillo, mi contestación fue:

- Porque es mi vocación, mi pasión, desde que tenía apenas 6 años yo sabía que quería
ser y por qué (vale, reconozco que hubo un momento de duda, solo uno, y fue por
Casillas. Si si, por Casillas, quería ser su fisioterapeuta *_*).
Pero eso se quedó atrás porque a mi lo que me gusta es escribir, es contar, trasladar una historia al público, aprender... se me eriza la piel solo de pensarlo. Estos tres días (miércoles, jueves y viernes) he tenido un Congreso de Ciberperiodismo en mi universidad, de esos en los que sales con muchas cosas gratificantes en la cabeza y, a veces, algo en el corazón. Han sido tres días duros, pero no los cambio, he podido certificar que esto es mi pasión, sea o no periodista después.

Pero hubo algo que me llamó mucho la atención. Uno de los ponentes, que era brasileño, contó algo que me dejó más o menos mal. Hace 41 años, en 1969, en Brasil, el Tribunal Superior creó una ley que define el término periodista como "aquel que tiene unos estudios previos". Pero, cuando se iba a celebrar el 40 aniversario, es decir, el año pasado y viendo como el periodismo ciudadano está tomando forma, eliminaron esa ley para considerar periodista a todo aquel que escriba. Yo no sé qué decir a esto. Llevo cinco años en la universidad, he pasado por un montón de asignaturas, exámenes, recuperaciones, trabajos, prácticas... he llorado mucho cuando mis escritos no quedaban bien, me he pasado horas buscando contenidos e informaciones en la red, me he helado de frío esperando entrevistar a alguien... como para no considerarme periodista.

Y si, creo que todo el mundo es libre de escribir, por supuesto, pero no de ser denominado periodista. Y en esta sociedad parece que, para ser periodista, hay que entrar a Gran Hermano. Me niego, no caeré jamás en ese juego mediático del que nos quieren hacer partícipes. Nunca podrán decir que esas personas son periodistas, ni colaboradores, me niego. Son personas que dan su opinión sobre algo, pero no periodistas. Y siento pena por lo que veo. Pena porque no sienten la profesión, no han defendido el periodismo a capa y espada, no han tenido que lidiar con esas personas que te intentaban matar la ilusión:

- ¿Qué vas a estudiar periodismo? Pero si no hay salida....

La hay, sólo hay que encontrarla, pero si seguimos alimentando a las alimañas que se creen periodistas y no llegan ni a pe, entonces no, no habrá salida. Y tendremos que guardar en cajas toda nuestra ilusión, todos nuestros conocimientos, toda nuestra vocación mientras decimos con un llanto ahogado: !Bye, carrera, bye!

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