domingo, 29 de agosto de 2010

Los mil golpes del hostelero


Este fin de semana más de lo mismo, poca gente en comparación con los meses no estivales, pero ¿que se le puede pedir a un pueblo pequeño en pleno verano? Poca cosa !! Las caras siguen siendo las mismas, alguna que otra cara nueva (siempre bienvenida), pero nada espectacular que contar. Los típicos vacileos de los clientes, las historias de la gente, la continuidad al fin y al cabo, pero lo que nunca falta, ningún fin de semana, son los golpes, las roturas de algún recipiente y cosas por el estilo.


Este fin de semana he parecido una diana, me he dado más golpes que dedos tengo en las manos (pero de las manos y los pies). Con el lavavajillas, contra el pomo, con la puerta... si, soy un poco torpe. Además he acabado con las existencias de naranjas. Valee, solo quedaba una pero la he desparramado por el suelo y nos hemos quedado sin ninguna. Hasta que hemos conseguido más. Pero son cosas del oficio. No importan los golpes, el fin de semana ha sido provechoso, productivo y de mucho aprendizaje. Ha valido la pena, en pocas palabras.


Lo mejor de todo esto es el descanso posterior, el de ahora, este buen rato de ocio. Hablando con mis amigos, escuchando buena música, riéndome... es un merecido descanso, o no?? Como diría uno de mis mejores amigos, pareces la versión femenina de Raúl. Lo soy, debes recordar que soy raulista. Me despido por hoy mientras escucho una muy buena canción de Los Suaves "Dolores se llamaba Lola"


Vengaa os dejo el enlace por si os apetece echarle un vistazo:

lunes, 23 de agosto de 2010

ELLA: My little


La entrada que voy a escribir a continuación es muy especial para mi porque va dirigida a una de las personas a la que más quiero: mi mejor amiga, Tania. Desde el primer día en que la vi empezó a formar parte de mi vida. Nos conocimos en la universidad, vamos a la misma clase desde el primer curso y nos juntamos para una asignatura. Ella se pensó que me caía mal porque era del BarÇa y yo del Madrid, y no sabe que ella es lo mejor que puede tener el BarÇa. Ni Messi, ni copas, ni nada... ella !!


Hace tiempo que quería escribir algo que sólo hablase de ti, de lo importante que eres en mi vida, de todo lo que me has enseñado. Eres dulce, terca y un poco infantil, pero tienes el corazón más grande con el que te puedes topar. Has aguantado a personas que no merecian ni que les saludases, has sufrido por gente que no te ha valorado y has creido, erróneamente, que eras tu la que no tenías ese valor. Lo que no sabes es que el oro a tu lado no vale nada, que con tu sonrisa iluminas cada estancia por la que pasas, que eres muy fuerte por haber podido con todo lo que has tenido que pasar y que las personas que estamos a tu lado, estamos porque te queremos, porque nos aportas mucho, porque no sabríamos que hacer sin tu inocencia, sin tu dulzura, sin tu toque de locura... sin tus cosas.


Me encanta que me abrumes hablándome de Iniesta, de Melendi, de Billie Joe, de Igor Paskual... tienes en los ojos la misma ilusión que un niño el día de reyes. Ayer en el concierto fuiste realmente feliz, lo viviste como nadie, reiste, cantaste, bailaste, esperaste... una verdadera fan. Y te llegó la recompensa de ser lo que eres, por fin, te llevaste un preciado regalo de Loquillo, algo que muchos terminarían tirando a una carretera como si fuese un kleenex sudado, pero tu no... tu sabrás cómo cuidarlo, lo colocarás en tu habitación y cada día que pase recordarás lo que fue, lo que fuimos en ese concierto: cuatro amigos, o algo más en tu caso, disfrutando de un grande.


Ese día se quedará guardado en tu memoria, como todos los que son importantes, días que deberían estar señalados en un calendario, como el día en el que te conocí. Como el día en que conocí a la princesa del rock: PORQUE NO MUERE JAMÁS TU ROCK AND ROLL ACTITUD

Introducción "Paciencia del hostelero"


Hace unos días escribí en el blog una entrada en la que hacía mención al último libro que he adquirido "Confesiones de un camarero" (libro que recomiendo a todo aquel que le gusten los best sellers). Comenté que, cada fin de semana, haría una reseña sobre lo que ocurriese en el trabajo. Anécdotas graciosas, cosas que llamen la atención, pedidos extraños...


Este fin de semana ha sido como cualquier otro, sin mucha gente nueva, pero con los habituales, los que día tras día se dejan caer por allí aunque sea una sola vez. El pueblo donde está situado el bar es pequeño, todo el mundo se conoce y siempre hay sus más y sus menos, como en todos los sitios. Los días pasan entre charlas con los compañeros y algún que otro pedido, pero sin mucho ajetreo. El verano y las fiestas hacen mella en los fines de semana, pero eso no es un impedimento para que el ambiente siga siendo bueno. Los niños corren de un lado para otro, muchos toquetean los muebles o los grifos, son niños. Los padres, mientras tanto, disfrutan de un aperitivo y de alguna ración.


Yo no soy camarera, soy cocinera. Pero en los momentos en los que no hay pedidos de raciones y veo la cocina tranquila, me gusta salir al frente de la barra (el bar es de mi prima). Recuerdo que hace meses no sabia ni que era cada cosa. Lo que antes era un mundo, hoy es algo normal. Las cañas ya no son un impedimento y ya conozco las clases de vinos que hay, incluso que cliente va a tomar qué cosa... se va aprendiendo. Sólo me queda por saber cómo servir combinados o algún licor especial. Pero terminaré aprendiendo. Me quedo absorta mirando a los camareros cómo preparan los pedidos: los hielos, las verduras, el licor.... es un buen mundo para todo aquel que sepa apreciarlo.


Dicen que la hosteleria es dura y no les falta razón. Son horas y horas de pie, aguantando el dolor y con una sonrisa en los labios, pero me resulta muy gratificante. No sé si será porque soy novata en este mundo o porque he encontrado algo que me llena de verdad. Pero ver a los clientes cada día con sus historias, sus familias, sus problemas empieza a formar parte, indirectamente, de tu vida. Son personas que entran al establecimiento con la única intención de pasar un buen rato, disfrutar tomando algo o, simplemente, tener alguien con quien conversar, el camarero. Este debe ser paciente, escucharles, hacer alguna pequeña intervención, pero dejarle el protagonismo absoluto a él. Es la ley del camarero.


Al final del día estás agotado, te duelen los pies, las piernas, todo... pero te vas con esa gran satisfacción de haber contribuido al bienestar de "tus" clientes.

viernes, 20 de agosto de 2010


Esta semana probablemente no haya sido la semana más social de mi vida ni la más antisocial tampoco, pero ha sido una semana llena de extrañezas. Después de pasarme parte de la semana con mi familia y parte con mis amigos, el miércoles llegó la tormenta, discutí con un amigo. Pero fue una discusión que se veía venir, ¿por qué? Porque estoy cansada de sus tonterías y entonces se lo dije, tal cual, sin rodeos.


El lunes, que fui al centro comercial, encontré uno de esos libros que me llaman la atención y no puedo evitar la tentación de llevármelo a casa. Si, un best seller, de estos de bolsillo. El libro trata sobre un camarero que, un día, decidió escribir en una página web todo lo que le llamaba la atención de sus clientes, las cosas que le pasaban, etc. La web tuvo tanto éxito que una editora quiso contratarle para realizar un libro, el que tengo en mis manos, que lleva el título de "confesiones de un camarero"


Estos dos hechos han influido un poco en mi vida, de tal manera que se me ha ocurrido hacer lo mismo que él y contar todo lo que me pase en el trabajo. Me explico. Los fines de semana trabajo en un bar, en el corazón del pueblo más soso que te puedas echar a la cara. La afluencia de gente no es espectacular, pero todos ellos son muy peculiares. Asi que espero que me den motivos para poder escribir aquí todo lo que la mente de mis queridos clientes me permita, que seguro no es poco.

lunes, 9 de agosto de 2010

¿Divas?


Estaba leyendo una revista "Ragazza" hace unos minutos cuando he llegado al apartado, como denominarlo, "divas", con sus grandes frases, sus grandes momentazos, sus exigencias... vamos, esas cosillas de famosos que les hacen ser... divos... o idiotas perdidos, según el caso.


Han sido cuatro mininoticias con las que me he quedado pensando: "Donde no hay mata, no hay patata". Y es asi, no hay más misterio.


Mininoticia 1: Miley, o Hannah Montana para que nos entendamos. Resulta que la niña se nos ha hecho mayor y tiene un estilista que, en vez de vestirla como una chica joven sexy debe vestirla como un putón verbenero. ¿Qué pasa? Que las fans, esas que adoran a Hannah, se han quejado de esos ropajes y ella ha tenido que declarar que a ella no le gusta enseñar tanto, pero que le ponen así. Señor estilista, por favor, déjela que se vista a su gusto, que seguro se viste mejor.


Mininoticia 2: Sienna Miller (actual novia de Jude Law) y su ex mujer. Resulta que Sienna, supongo que con toda la buena fe del mundo, llevó a la hija de Jude y de su ex mujer a la peluquería, a renovar el look, eso que hacemos todos. Y, Sadie, al ver a su hija sin sus tirabuzones habituales, le ha montado un pitote de aupa tracatra y claro se han puesto finas en la red social twitter... si es que que susceptibles son estos famosos...


Mininoticia 3: Se titula "La más difícil de tratar" y habla de la mujer con el mejor culo que te puedas echar a la cara, JLO, y sus exigencias (raritas donde las haya):


1) La actriz y cantante no actúa si antes en su camerino no hay, al menos, tres docenas de rosas blancas y encimas muy olorosas

2) Ella no compra en un centro comercial si antes no se lo cierran. Así hace shopping tranquilita y sin fans locas alrededor

3) No se aloja en un hotel si no le aseguran que disfrutará de silencio total durante toda la estancia y de una habitación totalmente blanca

4) Exige siempre por escrito la presencia de un enólogo y un chef que le acompañarán mientras dure el trabajo

[Olé tus huevos Mark Anthony]


Mininoticia 4: la frase de la historia ha salido de la boquita de ... tachán tachán... MEGAN FOX !!


"Tendría que ponerme más en forma, pero si Jake Gyllenhaal puede ser el príncipe de Persia, yo puedo"

[Claro que si hombre, si Jake sólo tiene una tableta de chocolate, nada más]

Cosas que suenan a ...


"Verás, a mi lo que me va es tumbarme en el suelo para decir con la mirada lo que con mi voz no puedo".

Así reza una de las canciones más bonitas del grupo español Maldita Nerea, y no les falta razón. Que difícil es sentir 1000 cosas a la vez y no sabes expresarlas, por el hecho de no encontrar las palabras o porque el sentimiento no se pueda explicar. Y lo único que puedes hacer es demostrarlo como puedes, de la forma en que mejor sabes, te equivoques o no. Pero es lo que sientes. Con la mirada se dicen muchas cosas, las palabras se las lleva el viento. Se convierten en promesas que no valen nada. Por eso, y aunque yo estudie para comunicar con la palabra, me quedo y me quedaré siempre con la comunicación no verbal. Las miradas, los gestos, los hechos... dicen mucho. A veces duelen, pero forman parte de la vida y del aprendizaje. Son cosas que suenan a...


"Verás, a mi lo que me va es colgarme en tu vuelo, para pedirte desde ahí que sigas, que sigas siendo lo que quiero"


Duele pensar que no eres realmente correspondido, que en cualquier momento todo se va a terminar. Pero, verás, a mi lo que me va es estar entre sus brazos, soñar con él, pensar en su mirada. Que si me quiere o no es cosa de su corazón, el mio sigue intacto, revoluciónandose cada vez que noto su olor. Que si juega o no, él sabrá. Pero, como dice mi mejor amiga, yo no soy una muñeca, soy una mujer y, como mujer que soy, con sentimientos, tengo la necesidad de que siga siendo lo que quiero.


Son "Cosas que suenan a triste" (Maldita Nerea)

martes, 3 de agosto de 2010

la vida es mejor con humor


Siempre he pensado que la vida hay que tomársela con buen humor. ¿Por qué? Porque la vida ya es bastante complicada como para que nosotros mismos la compliquemos más. ¿Y por qué digo esto? Pues porque hay personas que nos ayudan a ver la vida desde otro punto de vista, con un toque de humor e ironía: los cómicos.


Me encanta poder encender la tele y encontrarme en alguna de las infinitas cadenas de TDT un programa de cómicos. Ellos saben sacarle a la vida ese lado divertido y a mi me encanta descubrir que todo tiene ese lado positivo que tanto me gusta. Bueno uno de los programas que más me gustan de humor es Nuevos Cómicos, o Cómicos XXL, de Paramount Comedy. Puedo pasarme horas riendo sin parar.


Cada vez que me plantaba delante de la tele para verles soñaba con poder estar algún día en el lugar de cada una de las personas que reían a carcajadas ahí, que podían verles de cerca, reirse de todas sus genialidades, etc. Hace poco menos de un mes me llegó a casa una carta de Euskaltel que me dejó bastante ojiplática, como diría mi mejor amiga. En ella me hacían mención de un regalo muy especial: una entrada doble para poder ver las noches de Paramount con tres cómicos. Asi que allí que fuimos Tania y yo.


Cuando entramos al BEC supe que iba a ser una noche demasiado especial y lo fue. ¿Y sabeís por qué? Porque estaba con mi mejor amiga disfrutando de tres de los mejores cómicos que te puedes echar a la cara: Quique Matilla, David Navarro y Tony Moog. No me había reido tanto en mi vida, salí llorando de la risa y con un muy buen sabor de boca. No importó mucho el hecho de haber perdido el coche en el parking y habernos tirado media hora buscándolo. Todo eso quedó en segundo plano.

Lo recuerdo todo

Hace unos meses soñaba con encontrar un chico como él, con esa sensibilidad, con esa dulzura, pero sobre todo, con ese amor. Siempre soñaba con que alguien me quisiese de la misma forma en que quiere Pacey a Joey (como se puede ver en este video).

Pero bueno dicen que las personas no son perfectas hasta que no te enamoras de ellas y será eso, pero ya no necesito a alguien como Pacey, ni necesito joyas, ni bombones, ni flores, ni ninguna parafernalia por el estilo. Sólo necesito a esa persona porque, al menos para mi, es el mejor regalo que se puede tener. Me quiera o no.