viernes, 11 de marzo de 2011

Hoy quiero gritarlo

Hoy, por fin, puedo gritar que soy libre. Rompí con los grilletes del pasado, que me ataron a una condena que tuve que pagar sin cometer pecado alguno. Un delirio causado por un cobarde que optó por el camino más fácil. Se acabaron las lágrimas, las penas, el dolor, el sufrimiento. Ha vuelto la felicidad, la alegría, la sonrisa. He dejado de lado el hoyo en el que me enterró para sucumbir al calor del sol, que me llama.

Hoy, he rasgado la cortina que tapaba el azul del cielo, el verde de la hierba, llena de esperanza. Hoy he roto con todo. Hoy he decidido que vuelvo a ser yo. Con mi sonrisa y optimismo, mis ganas de vivir, mi ilusión. Porque la vida no se acaba. Porque la vida sigue y porque yo quiero seguir en ella.

Hoy, me he sentido amada y deseada. Hoy me he sentido valorada. He sentido que hay hombres dispuestos a amar, a dar sin recibir, a obligarte a sentir que tu vales más que la joya más cara del mundo. Es más, que te hacen sentir la joya más valiosa de toda la estantería. Por eso hoy, oficialmente, dejo atrás mi pasado y mi dolor.

Si alguien me hubiese dicho hace un año que estaría escribiendo esto, no me lo creería. Pero menos aún que lo hiciese con una sonrisa en los labios y un destello en la mirada. Como canta Shakira: "un día después de la tormenta, cuando menos piensas, sale el sol". Y es verdad. Porque hoy vuelvo a ser yo. Sin grilletes. Sin lágrimas. Sin dolor. Sólo yo.

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